En cesfruit, pensamos que la razón de nuestra calidad es porque entendemos nuestro trabajo como una forma de vida más que un modo de ganarnos la vida. No queremos ni podemos producir fruta si no es desde el mimo y el cariño.

Tanto es así, que todo el proceso de producción lo cuidamos al más mínimo detalle; empezando por el trabajo de poda durante los meses de invierno, siguiendo con el trabajo de aclareo que realizamos de forma manual (prescindiendo de los sistemas mecánicos que se utilizan actualmente en grandes explotaciones), el trabajo de recolección en las horas de menos calor, para evitar la deshidratación en el fruto, y finalizando en un esmerado y delicado trabajo de manipulación, donde revisamos una a una todas las piezas de fruta y seleccionamos solo las que satisfacen nuestros estándares de calidad para su venta.

Nuestras pautas de calidad se resumen principalmente en dos: 

Sabor: Nuestros frutos solo se empiezan a recolectar cuando han alcanzado el nivel de azúcar óptimo para cada variedad. Nunca antes ni después, siempre en el momento justo. 

Aroma: Para conseguir el mejor aroma posible no almacenamos la fruta en cámara frigorífica. La fruta que recolectamos hoy no permanece en nuestras instalaciones más de doce horas consiguiendo así que llegue al mercado en unas condiciones que pocos pueden ofrecer. 

En cesfruit solo producimos la cantidad que podemos mimar. Producir más volumen sería perjudicial para nuestra calidad y supondría perder nuestra esencia y nuestro valor.

En cesfruit estamos orgullosos de que nuestra empresa haya obtenido el certificado GLOBAL GAP, el estándar internacional que controla las buenas prácticas en la agricultura, con el fin de asegurar la calidad del producto.

Que nuestros productos puedan llevar este sello es un reconocimiento a nivel mundial y la mejor garantía de seguridad alimentaria.